Uno de los principales retos para la adopción masiva de la tokenización de activos reales en 2025 es el marco regulatorio y legal que rige estos instrumentos digitales. Aunque existen avances en estándares internacionales y algunas jurisdicciones han emitido normativas específicas, los vacíos legales y la falta de homologación global complican la operación transfronteriza. La diferencia entre los requisitos de cumplimiento en mercados como la Unión Europea, Asia y América Latina genera inconsistencias en los procesos de “conozca a su cliente” (KYC), prevención de lavado de dinero (AML) y custodia de activos. Algunos modelos de tokenización deben adaptarse a las leyes locales, incluyendo la inclusión de cláusulas programables en los contratos inteligentes para bloquear o limitar ciertas transacciones según la jurisdicción involucrada.

Los conflictos entre contratos inteligentes y la interpretación legal tradicional son otra preocupación relevante. Por ejemplo, la ejecución automática de derechos sobre activos puede chocar con procedimientos judiciales, reclamaciones y auditorías externas, creando escenarios complejos donde la tecnología supera la legislación vigente.

Asimismo, persisten desafíos en la protección de datos personales y la privacidad de los inversionistas, especialmente cuando se utilizan oráculos externos y soluciones off-chain para verificar identidad y solvencia. Se observa un esfuerzo creciente por implementar tecnologías de preservación de la privacidad (PET) y cifrado avanzada para cumplir con los estándares regulatorios internacionales.

En conclusión, el desarrollo de marcos regulatorios claros, ágiles y tecnológicos será esencial para el crecimiento continuo y seguro de la tokenización RWA. Las plataformas que logren adaptarse a diferentes entornos legales serán protagonistas en este nuevo ecosistema global.

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